Los que me conocen saben que las rosas están dentro de mi listado de plantas favoritas, me encantan por su versatilidad y los miles de tipos que podemos encontrar, sin hablar de la diversas gamas de colores que podemos tener en nuestro jardín, simplemente las amo.
Cuando hablamos de cuidado, la poda de los rosales es lo más importante, incluyendo el regado constante que requieren estas plantas. En la poda lo principal que se hace es eliminar los tallos muertos para dar paso a las rosas nuevas y que crezcan con fuerza.
La poda se hace una vez al año con el fin de fortalecer la planta, para conseguir rosas más fuertes, bonitas y sanas.
Los tipos de poda y época del año
La poda principal de rosal se hace terminado el invierno, cuando ya hemos pasado la época más fría del año, especialmente cuando ya vemos que las heladas se han ido y los días comienzan a ser más largos.
La otra poda llamada de mantenimiento se realiza a finales de la estación de verano, aquí quitamos la madera seca y las rosas marchitas. Con esta poda de limpieza fortalecemos el rosal para soportar el frío del invierno.
Como les contaba, la primera poda es fundamental y la segunda es complementaria, con ambas podrán tener rosales hermosos y fuertes.
¿Cómo podar las rosas?
Lo primero es hacernos de los elementos y herramientas necesarias para la poda.
Las tijeras son las más importantes, una buena tijera, bien afilada y del tamaño necesario con respecto al rosal, nos va a permitir hacer cortes limpios y con menos esfuerzo.
Lo segundo es un buen par de guantes para que nuestras manos no sufran de pinchazos, con eso estamos listos. ¡Manos a la obra!
Paso a paso
1. Comencemos por eliminar todas las hojas y flores marchitas. Ramaje, madera, todo lo que vean seco. También todas aquellas que muestran señales de que se secarán pronto.
2. Los llamados “chupones” son aquellas ramas que no producen flores, estos tallos ocupan nutrientes de nuestra planta quitando a aquellos con flor que sí lo necesitan, estos chupones también debemos quitarlos de la planta. Los pueden identificar porque sus hojas son de verde claro y más pequeñas, además de que tienen muchas más espinas.
3. Las ramas que debemos conservar son las jóvenes que tienen yemas. Para quienes no conocen el término, las “yemas” son los brotes que podemos ver en cada rama, muchos de ellos se encuentran bajo las hojas, son de un color verde claro y de ellas nacen nuevas ramas y hojas.
4. Las ramas más fuertes se deben cortar por encima de la cuarta o quinta yema, esas ramas serán capaces de alimentar todos estos brotes. Si la rama es más débil dejen como máximo 2 yemas.
5. Los cortes que realicen deben ser aproximadamente a un centímetro por encima de las yemas.
6. Si observan ramas que van a una orientación diferente del resto del rosal, también deben cortarlas. De esta manera le vamos dando una forma más ordenada a nuestro rosal.
7. El tipo de corte debe ser en diagonal con un ángulo de unos 45 grados.
8. Para terminar nuestra poda, debemos limpiar bien la base del rosal y añadir unos centímetros de compost y nutrientes que puedan encontrar en tiendas de jardinería.
Bueno mis amigos, espero que este paso a paso les sea de utilidad. En otro de mis artículos hablaremos de los cuidados básicos del rosal durante el año y si tienen alguna otra duda escríbanme en los comentarios!!
Muchos cariños,
Nina.